jueves, 17 de septiembre de 2015

Un poema que demuestra el dolor que sufrieron muchas personas durante y después del conflicto armado en nuestro país.

Desde mi refugio.
lloré, no por llorón
si no por niño, al haber
abandonado mi patria.

Lloré la amarga
tristeza que nos pasó
cuando en mi aldea en el año
1980, la sangre inocente se derramó.

Los quemaron vivos,
los volvieron cenizos,
los ríos fueron un torrente de sangre.
Que dieron a los océanos

El pinto los mató,
si no me crees:
Pregúntale al cielo
que pronto lo declarará en la corte
del firmamento

Ahora que volví
después de doce años
la tristeza tiene un nido en mí,
los ríos ni los peces lo habitan
¡Oh Dios mío, el cielo ya no es azul

Te extrañé sudorosa  patria mía,
extrañé tu cielo azul,
desde lejos te vi
llorar compartiendo mi tristeza.

Lloraste patria mía,
rompieron tu costado
para esconder ellos inocentes en tu seno
y  lavarse ellos las manos sucias…

Ahora que volví
has llorado mi retorno.
Tus lágrimas…

Han mojado el suelo guatemalteco.

Autor: Ramón Mendoza Ramírez.

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